Sem. José Rafael Castillo
El encuentro comenzó a partir de las 2:30 P.M. con el recibimiento de los celadores, que fueron llegando de las distintas Parroquias de toda la Arquidiócesis. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del P. Elvis Bautista, actual director de la obra arquidiocesana de las vocaciones sacerdotales, después el P. Tomás Morel, rector de este Seminario, dirigió un tema a todos los presentes, donde resaltó el trabajo realizado por los socios y celadores, durante estos 50 años de fundación de nuestro Seminario Menor San Pío X.
Toda la tarde estuvo marcada por un ambiente de alegría y de fiesta, los seminaristas animaron el encuentro con sus canciones, tuvieron la rifa de algunos artículos religiosos y presentaron un drama en el que resaltaban el desafío de seguir a Jesús en la sociedad de hoy.
La obra diocesana es una organización instaurada por el Papa Pío XII, en el año 1944, con el propósito de que todos los cristianos se hagan conscientes de la necesidad de fomentar, custodiar y ayudar al sostenimiento de las vocaciones sacerdotales. Esta organización llegó a la Arquidiócesis de Santiago en el año 1955 por iniciativa de Mons. Hugo Eduardo Polanco Brito, primer obispo de esta diócesis y fundador del Seminario Menor San Pío X. Los participantes de esta asociación están organizados por grupos llamados coros, cada coro tiene un celador o celadora, quien se encarga de organizar los socios, que son el grupo de personas que componen un coro. El compromiso de los socios y celadores es el de orar diariamente un Padre nuestro y un ave María, acompañados de la jaculatoria: “Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote envía sacerdotes santos a tu Iglesia” y ayudar cada año con una contribución para el sostenimiento del Seminario, de acuerdo a sus posibilidades.
Gracias damos a Dios por el trabajo realizado por los socios y celadores de la Obra Arquidiocesana de las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas, quienes desde el silencio colaboran para que esta obra del Señor se mantenga en pie.